El juego de tu vida

Querido lector, te propongo un juego. Te propongo que dejes volar tu imaginación y hagas conmigo este pequeño juego para ver que conclusiones sacamos al final. Empezemos a imaginar:
Imáginate que tienes 25 años. Vives apaciblemente en un bello lugar. Que tienes novia y que ella tiene una hija. Que una tarde ella no puede cuidar de su hijo y que te lo encomienda a ti para que paseis la tarde juntos. Imagínate que la niña, de 3 años, no para de vomitar durante esa tarde y que tú decides llevarla al hospital. La niña tras sufrir cuatro paradas cardiorrespiratorias en tres días, muere. El centro de salud emite un sobrecogedor parte médico. En dicho parte aparecen hematomas, magulladuras, quemaduras y desgarros vaginales. Hasta aquí todo normal aunque trágico. Ahora viene lo mejor del juego.
El informe arroja evidencias de malos tratos, asi que eres sospechoso de malos tratos y de la muerte de la niña. Detenido. Te hallas detenido en las dependencias policiales a la espera de que esta confusión se arregle y puedas volver a tu vida normal intentando olvidar el trágico episodio de la muerte de la hija de tu novia.
Pues atento, querido lector. Un periódico de tirada nacional te saca en portada saliendo del juzgado y sobre tu foto, la cual no se difumina aunque el proceso judicial esté abierto, aparece el siguiente titular: La mirada del asesino de una niña de tres años. En páginas interiores catalogan el suceso con el siguiente titular: Novio, canguro y asesino. Te acabas de convertir en un maltratador infantil para todo el país. Eres el tema de actualidad en artículos de opinión, debates radiofónicos y, por supuesto, en los millones de tertulias de bares y cafeterías de este país. Ya te puede imaginar los calificativos que te dedica todo el mundo, aunque tu esto no lo sabes porque sigues en prisión preventiva hasta que el juez dictamine si eres maltratador infantil.
Y el juez dictamina que eres inocente tras conocerse el resultado de la autopsia. Por lo visto, el informe médico era erróneo. Un detalle sin importancia que unido al poder de la prensa te ha arruinado la vida. Te deja como maltratador infantil para el resto de tu vida. Un cúmulo de errores médicos y el juicio paralelo de los medios de comunicación te han dejado de nuevo en la calle. Pero esta vez sin vida. Y con todo el país señalándote a pesar de las muchas rectificaciones que se puedan hacer a posteriori. Ahora solo te queda recuperar en forma de indemnización lo que te han robado en vida. Cosas que pasan. Cosas que nos pasan...
Pues bien. Esto que para ti o para mi es solo un juego, es la última semana de Diego P.V. Un hombre destrozado por unos medios de comunicación que han hecho un juicio paralelo. Que lo han llamado asesino. Y que ahora me mira cabizbajo en la foto con titular de la que antes hablaba, y que aparece en la portada del ABC del 28 de Noviembre de 2009. Este día no se le olvidará. Desafortunadamente, a todos los demás se le olvidará y todo esto se repetirá antes o despues.

Ajo

Dije en el post-data de la batalla que hablaría de Ajo. Si, de Ajo. La micropoetisa que ha dejado un macrodeseo en mi interior de volver a presenciarla . Disfruté mucho viéndola. Me pareció altamente refrescante y novedoso. Su poesía me fascina. Su teatrillo lleno de luces de colores me fascina. Que se fume un porro me fascina, aunque yo no fume esas sustancias. Que sea punky y tenga la cresta en la lengua me fascina. Que tenga puntos suspensivos secuestrados me fascina. Ella es otra cosa. Y además creo que no todo el mundo puede hacerlo. No todos podemos plantarnos y hacer reír transmitiendo cosas como lo hizo ella. Cosas muy útiles a mi parecer. Pequeños grandes poemas que transmiten. Que resumen la vida en cuatro versos rimados. Versos en los que cabe la filosofía, el humor, la crítica social, el amor y hasta algún taco bien colocado. Su poesía es un ritual excelente y entretenido. Dejo un micropoema suyo que me ha llamado la atención, pero les recomiendo encarecidamente que vayan a verla. Que las busquen, la encuentren y la disfruten.

La batalla del Charco

Ya que el otro recordaba con un catador de nogales la similitud entre guerra y fútbol, haré la crónica de la enésima guerra futbolística entre mi Triana y Torreblanca. Ahí va:
Domingo por la mañana. El sol azotaba el campo de batalla situado en el Charco de la Pava. Provincia de Triana. Reino de Sevilla. En el albero los ejércitos preparados. Rojinegros trianeros a un lado. Blanquiazules torreblanqueños al otro. Y en medio, tres historiadores amarillentos para impartir la justicia que puedan. Los generales (en la foto, el nuestro) situados en la banda junto a sus tenientes, sanitarios y soldados suplentes. Detrás de ellos, cientos de campesinos aficionados por cada bando. Piernas como espadas. Balones como flechas. Porteros como escudos. Extremos como caballería. La batalla del año iba a empezar de nuevo. Y todo esto con los montaítos a euro y medio y el botellín a 50 céntimos en el ambigú.
El ejército rojinegro atacaba el flanco izquierdo con dureza, pero Torreblanca resistía a base de cañonazos despejando el peligro. Triana lo intentaba por el centro con las armas de destrucción masiva de Javi Chico. El mejor del soldado de la comarca trianera. La batalla llevaba 30 minutos cuando el general Claudio ordenaba lanzar obuses por la derecha. Uno de esos chupinazos cogió desprevenido al ejército azul y se coló por la escuadra del castillo que defendía un guardameta cani vestido de negro. Triana avanzaba hacia la victoria. El general de Torreblanca se desesperaba y protestaba al historiador con violencia. La encarnizada lucha proseguía y los regateados se contaban por decenas. El soldado Javi Chico introducía sus pases entre la defensa enemiga a su antojo y debilitaba la formación torreblanqueña. Pero el descanso llegó. Los dos ejércitos se tomaban un respiro y un montaíto de lomo cada uno.
La segunda parte comenzaba y se veían los vendajes a leguas. El ejército azul salía motivado de las trinchera visitante (en la foto) y atacaba virulentamente al guardián trianero, el cual atajó todos los cañonazos y repelió las ofensivas durante más de un cuarto de hora. El ejército trianero parecía indefenso y el empate podía llegar en cualquier momento, pero un contragolpe de caballería otra vez por el flanco derecho dió lugar a un pase de la muerte que hizo perecer al guardián cani. Los campesinos de Torreblanca no soportaban ver perder a su ejército y atacaron al general trianero y a sus campesinos. Esta pelea se extendió al albero del campo de batalla y el historiador principal tuvo que suspender la batalla por invasión campesina aficionada y por agresión al historiador de línea. Poco después aparecería el ejército azul del Emperador Montserrín para poner orden en los disturbios del campesinado, los cuales utilizaron estacas de corners y demás objetos propios del arte de la guerra.Bueno, ha quedado más o menos bien. Como conclusión me gustaría decir que todo esto volverá a pasar mientras la FAF quiera.

PD: Lo próximo que trataré será mi nuevo amor: la micropoesía de Ajo.

Con tu permiso Luisito

Dado que hizo las delicias de algunos cinéfilos hará diez o doce días, me aventuro a publicar en este pedante blog una adaptación casera de un pilarísimo poema de Luis García Montero, el cual me ha dado su permiso expreso en boca (e imitación) de mi fcom-padre en estos menesteres friki-poéticos. Todos nos podemos imaginar quién puede ser. El poema origen se llama Completamente viernes y lo podéis ver y escuchar en su deleznable versión original pulsando sobre su título unos caracteres más atrás de este punto que voy a poner.
Esto de la poesía de la experiencia lo hace cualquiera. Bueno ahí lo lleváis:

Por Doritos y Donettes,
por cassettes ordenados y velcros en el suelo,
por las dioctrías limpias, por la mesa
sin apuntes, antologías ni horarios,
por los sillones con pósteres,
quien se acerque a mi cuarto
puede encontrar un día
completamente mío.

Como yo me lo encuentro
cuando salgo a mi calle
y está la cabellería
tomada por el mundo de los rockeros
y en el MaxiDia
noviembre se hace gofre de chocolate,
tranchete y mojo picón,
abanico de pipas en el quiosco
del Don Regalón,
barrio que se desnuda completamente mío.

Así mis gafas
que se hacen memoria de tus lentillas
y te presienten
en el reposabrazos de la sala 15,
en la cola de las cañas y los xuxos,
en el programa rojo de la programación,
en la viena desecha por la carnicera gorda
igual que se deshace un ignacio en el queso pelirrojo
completamente nuestro.

Cuando entras por la puerta de la sala,
la urna adivina lo que supieron mis gafas
y sugiere otros títulos para este poema:
completamente Eric,
madrugada de regreso, el buen cine,
la buena compañía.

El festival de la A a la Z

Agua. Bebida oficial del Festival.
Barbacoa. Sabor sabroso en el Dominó´s.
Cinta. Si es blanca, es magnífica.
Doritos. Snack crujiente que molesta a las butacas cercanas.
Eric. La principal razón por la que he pagado 20€.
Fotógrafa. Claudia quedará en el recuerdo de más de uno.
Giraldillo. Máximo galardón del festival. De oro.
Heroe. Max Manus. Sin duda.
If. McDowell es leyenda.
Jazz. Tito Puente poniendo caras vestido de blanco Ariel.
Ken. El director de Eric.
Lourdes. Película triunfadora que no he visto.
Mosaico. Lo que veía antes y después de cada película. Gracias a Santiago del Campo
Nachos. El principal vicio de algún pelirrojo.
Ñoño. Gran parte del público.
Olvido. Lugar donde no caerán estos 9 días de cine.
Poster. Lo que me llevé el último día en varias unidades.
Queso. El mejor amigo del Ignacio. Sea en plástico o bolsa.
Ricardo. El nombre del gran Darín.
SuperSol. El principal beneficiario de mi estancia en Nervión.
Trueba. El friki del jazz latino.
Urna. Le doy un 2 a la organización de los bolígrafos.
Vespa. El ir y venir por Eduardo Dato.
Wasted. Lo peor que he visto en bastante tiempo.
Xenofobia. Un profeta en particular sabe de este tema.
Yo. Sin comentarios.
Zzz... Todos los hemos hecho alguna vez durante las películas.

El otro SEFF. Día 9

Último día. El festival se acababa. A mitad de tarde llegué al Nervión Plaza. Llegué muy temprano para coger sitio en la última película que prometía. Entré el primero en la sala y mientras esperaba a mi acompañante, escuchaba a Juan Carlos Aragón en mis destrozados cascos negros. Nada más entrar en el cine volví a ver la caja donde se guardaban los posters sobrantes de las películas. Soñaba con trincar algún postercillo para redecorar mi casa y plantar cara a alguno de Stanley o de Alfred. Fue una tarde melancólica. Donde recordé como había crujido Doritos. Como había hecho bocadillos del SuperGol. Como había mangado Dassaé pan del supermarket. Y para dejar mi firma, chapurreé H2O sobre la fila de delante en un estornudo sin precedentes. Recuerdos imborrables e irrelevantes que han copado los segundos entre ratos de arte. Tras todo el cine tragado, nos paramos en la plaza cubana para recapitular. Sobre casi todo. Cine, literatura, fútbol, política y demás temáticas manidas. Las tres últimas películas que he visto son estas.
Ya pondré una crónica sobre el festival y diré que poster me agencié.
- El embrujo de Shangai. Ariadna Gil sigues estando muy buena.
- Wrong rosary. Las prisas en el amor no son buenas compañeras.
- If... Un drugo internado de nuevo.

El otro SEFF. Día 8

El horario nos dio un respiro y hubo una merecida siesta antes de deleitarme de nuevo con la voz del genio Ferrari. Hacía tiempo que no desempolvaba el arca del tango. Para continuar con momentos eternos. Sean con la cámara de Maria Larsson o con la de mi LG táctil. Todo vale. Hasta fructuosas conversaciones con mi colega mientras esperamos para entrar en una sala acogedora y calentita. Fútbol e historia mezclado con música. Con poetas sudamericanos y con planos que entran en estadios no se sabe como. Donde el agua a menos de un tercio de euro sabrá a delicia y refresco por las gargantas cinéfilas. Pero acabó mal. Acabó con reinicios inesperados y odio a Lituania. Al tiro exterior del baloncesto lituano, incluso. Todo esto acompañado de un paquete de patatas patatas con jamón jamón. Como la peli. A dos pavos la bolsa. En un Vips que se aprovechó de mi mala planificación alimentaria en este penúltimo día de frikismo cineasta. Las historias fueron:
- La cantante de tango. Acordeón + Oscar Ferrari = Yo disfruto.
- Everlasting moments. La magia de la fotografía en sepia.
- Low lights. Una mierda lituana.

El otro SEFF. Día 7

Séptimo día de séptimo arte. O del séptimo vicio, como diría el maestro Castaño en la cola del cine. Donde nuestro el barbudo te corta la entrada con una mano. Fascinante demostración de corte de entradas. Este día también fue testigo de una de las fotos del festival. La fotógrafa fotografiada por mí. Ella, junto al melenudo cordobés tabaquil, delante del manido cartel del festival hispalense. Fue la despedida. Además dejaron un intenso diálogo para la historia de este festival. Fue más o menos así.
- Melenas: (Yéndose tras hacerse la foto). ¿Como te llamas?
- Fotógrafa: Claudia. (Silencio tenso). ¿Y tú?
- Melenas: (Entrando en el cine). Juan.
- Fotógrafa: Ah, bueno.
Grandioso. Así se deja a una chica con la miel en la boca. También repetiré que hubo agua, cigarrillos liados y bocadillos artesanales. Por último cabe destacar que Trueba apareció. Y contó porque ibamos a ver un documental con nombre de calle y contenido latino. Buena música. Frikada del Fer. Y lo que vimos fue esto:
- Max Manus. Un maestro del escaqueo.
- El baile de la victoria. Ariadna Gil está buenísima.
- Calle 54. Bebo Valdés y varios negros más.

El otro SEFF. Día 6

Poco se puede contar de un día como hoy en el plano cinematográfico. Las circunstancias han provocado que solo pueda ver una película, la cual ha sido interesante con magníficos adoquines blancos. A pesar de ello, también ha habido caña de chocolate supersolera y botella de agua de grifo de cine en envase de Aquarius enjuagado por un servidor. Escasa estancia la completada hoy en Nervión, donde lo más destacable son los los tickets descuentos para el Amanecer de mi barrio y las conversaciones sobre rap mientras íbamos y veníamos del Micra.
Antes de todo esto hubo un partido de balonmano entre facultades. Ganamos los manipuladores, pero hizo falta derramar nuestra sangre sobre el parquet de Reina Mercedes y dar estopa sin para a los politécnicos. Lo de hoy fue lo siguiente. Hablo casi de oídas:
- La joven de las naranjas. Dicen que el libro es mejor
- RAF. Facción del Ejército Rojo. Suena a aviones, pero no va de eso.
- Transmission. Bricomanía con adoquines.

El otro SEFF. Día 5

Como bien dice el dicho taurino, no hay quinto malo. Y así fue. Donde pude descubrir que las cortezas de trigo no son del agrado del 50% de los miembros del grupo intelectual que nos juntamos. También descubrí que el agua es necesaria en un sala de cine y que las saetas mozarabes son excelentes. Los olés provocaron carcajadas en el espatarrado público trasnochador. A la 1 de la madrugada me aventuré a volver a mi barrio para dar buena cuenta de un plato de espaguetis con trozos de choped gordo.
Y en medio de tanto descubrimiento y tanto frío, fui al fútbol. A mi Sevilla. Manita al Atlético Ciudad con altercado entre los escasos City Boys y los numerosos UIP. Aparte del 5-1, vi esto:
- The Bone Man. Un hombre que corta a otra gente.
- Tobruk. Según me dicen, muchas moscas.
- El cielo protector. Más moscas y arena. Mucha arena.

El otro SEFF. Día 4

Si ayer hizo frío, pues hoy más. Braga, chaqueta Levis heredada y mis guantes Quiksilver. Todo ello montado en mi moto camino de las salas despues de comer un triste bocadillo de salchichas con bacon en un C2. Esa es la vida que nos queda a los intelectuales gafapastas si queremos compaginar historia de nuestro país y cine de otros países en un mismo día.
Con ese panorama me enfrentaba a la tarde-noche de hoy. Denominada como Homenaje a Puerta. Por aquello de que han sido todas las películas en la sala 16. Pero hoy no habido foto, aunque uno de nuestros integrantes ha hecho buenas migas con la fotógrafa. Como viene siendo tradición, hoy han vuelto los nachos por partida doble. Por un lado, nuestros fieles amigos los Doritos Tex-Mex (en la foto); y por otro lado, unos caros nachos con queso calentito. Por supuesto, todo acompañado de un excelente agua embotellada supersolera a 3o céntimos el litro y medio. Para finalizar, hubo andaluzas con contenidos mixtos en con breves asomos al Supermán que preside la circular plaza nervionplazeña. Ole. Los tres movies de hoy son:
- Un profeta. Un corso árabe pajillero que se cree Al Pacino o algo parecido.
- 50 hombres muertos. El IRA descarga su ira contra los invasores.
- Fish Tank. Ni peces ni tanques, pero insultos barriobajeros inmejorables.

El otro SEFF. Día 3

El de la foto se llama Jeremy Thomas. Es productor. También es el que ha elegido sin el saberlo lo que hoy he visto. Solo dos películas hoy porque había futebol. Las dos de la primera guerra mundial. Las dos antiguas. Las dos inglesas. Las dos en la sala 19. Y las dos de casi dos horas.
Aparte de esto. Hoy ha vuelto a hacer frío. He vuelto a entrar en un Dominó a comer pizza y me he hecho otra foto. Tres de tres. En cuanto a la comida, me ha bastado con una plastificada palmera de Bollylandiera, una humilde lata de Coca-Cola, un poquito de agua graciana y la masa pan antes mencionada antes del furbol. Si algo hay que destacar de hoy ha sido que nos hemos levantado de un musical porque el sueño y el hambre nos acechaban peligrosamente. A pesar de haberme perdido el documental sobre Berlusconi, ha jugado muy bien Luisfa, así que ha sido un día aceptable aunque corto y frío. Los films han sido estos:
- Esperanza y gloria. La otra guerra. La que se libra en los hogares.
- Oh, whar a lovely war! Somnífero excelente en forma de humorístisco musical.
- Videocrazy. Según los entendidos, sobre Berlusconi y los paparazzis.

El otro SEFF. Día 2

El segundo día se resume en dos palabras. Dos palabras que hacía mucho tiempo que no decía. Pero este festival me las ha devuelto. Esas palabras corresponden a un nombre. Son estas. Eric Cantona. ¡Que grande! Ayer vi una película de mi delantero favorito y me emocioné. Aguanté la sonrisa casi dos horas viendo perplejo de nuevo sus goles. Aunque los tenga más que vistos. Ah, y también me reí. Bastante. Hasta ahora, lo mejor del festival. Pero ayer también hubo más cosas.
Pizzas en un Dominó, fotos a escondidas, más Doritos Tex-Mex, más agua embotellada graciana, restos de Pringles y un final cervecero por el centro de la ciudad. Ah, se me olvidaba. También vimos más películas. Aquí van las de ayer.
- La cinta blanca. Los niños rubios siguen dando miedo.
- Triage. Aunque no sepa actuar, Paz Vega está muy buena.
- Buscando a Eric. Y Eric estaba en los porros.

Y esta entrada no podía quedar si su vídeo de fan incondicional...

El otro SEFF. Día 1

Ayer comenzó el Festival de Cine Europeo de Sevilla. Y allí estábamos cuatro periolistos aguardando el comienzo del carrusel de películas que nos queda por delante. En este blog no contaré nada sobre los chistes racistas de la peli búlgara. Tampoco comentaré como me emocioné con el film de Fesser. Y por supuesto, no diré nada sobre ningún yonki escocés pastillero. En este espacio virtual se viene a hablar del otro festival. Ese que importa e interesa al gentío que espera impaciente al otro lado del portátil. Aquí va el primer día.
Gran comienzo de festival tuvimos. La tarde se puede resumir en los siguientes términos: chupitos de agua, Doritos Tex-Mex, bocadillos mixtos caseros, Pringles entubadas, fotos realizadas por esculturales azafatas y todo esto ejerciendo nuestro derecho a voto. Los films vistos fueron los siguientes:
- Eastern Plays. Bulgarian History X.
- Camino. Guapísima con el vestido rojo y las Converse.
- Wasted. Dos horas de mi vida al traste.

Ayala

Ese ha sido el apellido del día. De mi día. ¿Casualidades? No creo. Por varias razones han salido hoy esas seis letras. Uniendo poesía, fútbol y reggaeton. Así ha sido todo más o menos.
Abría la puerta de mi casa y mi madre sentada junto a la radio me decía que Francisco Ayala había muerto. Oju, vaya forma de entrar en el keli, le digo. Me siento en la mesa con la noticia de la muerte del más que centenario poeta andaluz.
Cuando me levanto de la siesta me llama un amigo para jugar un rato a la PS3 y después me siento junto a otros colegas a ver el fútbol. La conversación futbolística derivó en aquel gran Valencia de principios de milenio. Mientras repasábamos la alineación, me paré detenidamente en su central más contundente: Roberto Ayala. Van dos ya...
Termina el partido y vuelvo a mi casa. Me siento en esta silla de ordenador negra y abro el Tuenti para ver si alguien se ha acordado de mí. Efectivamente. Un mensaje privado en verde me acecha. Lo abro y me aparece un enlace, el cual me lleva a infame vídeo sobre reggaeton religioso. Su autor, Melvin Ayala. Este individuo es hermano de Daddy Yankee, lo cual lo convierte en artista aproximadamente. Con este hacemos tres me parece.
¿Qúé les parece? Pues a mí, más.

Jerez y Xerez

Hoy he estado en Jerez. Quizás la ciudad que más he visitado después de Triana. Mi abuela paterna era de allí y he pasado algún que otro verano jugando entre las antiguas barricas de vino de las Bodegas Valdespino. El antiguo negocio familiar que fue muy bien vendido a no se quién hace ya algún tiempo.
Me he encontrado una Jerez limpia, para empezar. Simpática, también. Soleada, afortunadamente. Pero demasiado calurosa se ha puesto hoy para recibir a Noviembre. No he encontrado restos de escándalos políticos, excepto en el bombo de un chaval de las Juventudes Xerecistas. Debo reconocer que la localidad que titula este post es muy dada a alcaldes y promotores sospechosos, los cuales se juntan para decidir el futuro del equipo local con demasiada frecuencia. Este suele ser el tema casi siempre que me acerco por Jerez con mi padre. Esta ciudad y este equipo no van a ningún lado, hijo. Eso suele espetar mi progenitor.
Pero hoy el panorama era diferente. Viajaba a Jerez a verlo por primera vez en Primera. Representando a la provincia más sureña en la máxima división. Algo histórico. Campo a rebosar, gradas supletorias, colorido, hermanamientos varios y un sinfín de cosas positivas que me he traído mientras volvía en un autobús que pone Los Amarillos en el lateral y que por razones evidentes es amarillo. Color que, por cierto, no es muy recomendable en la ciudad del Fino.
Así que hoy duermo contento. No sólo porque Negregol y Luis Fallano hayan mojado, sino porque me he comido 5 bocadillos de carne mechada con mojo picón chorreante y una decena de botellines de la Cruz del Campo. Vaya día. Magnífico...