Mi Semana Santa 2013 de la A a la Z

¡A. Esta es!
Burgos. Su alcalde estaba muy contento el miércoles.
Cruz. No la pude tomar y seguirte.
Denis. El santo que da nombre al estadio donde España obra otro milagro.
Exaltación. La del pregonero.
Francisco. Su primera santa semana.
Gran. Poder a veces es querer.
Hermanos. Un día al año todos los somos.
Imaginación. Muy utilizada el martes y el viernes.
Juerga. El Domingo de Ramos, si.
Kilos. Los que no he cogido en la espalda y si en la panza.
Luz. Demasiada mientras pasan los pasos.
Meteorología. La culpable de todo.
Nuestra. Señora que iba otro año excelsa.
Ñu. No he visto ninguno en toda la semana.
O. Tampoco salió.
Polonia. Me perdí lo que no salió por venir de allí.
Quinta. La angustia de esperar un rato largo para verla salir.
Revirá. La mejor, la de Las Cigarreras en Asunción.
Saeta. Manuel Cuevas es el nombre.
Tontos. Los hay de capirote y de sillitas.
Única. Así es nuestra Semana Santa.
Valiente. Así se llaman (y mal) a las hermandades que salen con riesgo de lluvia.
Whisky. Ni una gota en toda la semana.
Xuxo. De crema y de categoría por solo 1.30€.
Yo. Una cabecita más en los planos de TeleSevilla en El Salvador.
Zancos. Fuera que hay que meter al paso.

Toma tu cruz y sígueme

"Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame." Lucas 9-23


Ahora es Viernes Santo. Quiero que cojas tu cruz y me sigas. Todo lo que te preocupe e inquiete cárgalo sobre ti y vente. Caminemos con ello un rato por aquí. Arrastra hasta este lugar ese sufrimiento y únete. Será menos doloroso si lo hacemos juntos. Si caminamos hombro con hombro, cruz con cruz. Es noche de limpieza general. De esperar al alba con el alma en jornada de puertas abiertas. Yo no soy un buen cristiano. Tampoco pretendo que tú lo seas. Esto no va solo de religión. Siempre tomé a la Biblia como un libro sagrado por su sagrada literatura y enseñanza. Mucho más allá de incertidumbres religiosas. Esto de va de nosotros. De los que aquí nos reunimos ahora por culpa de este texto.

Hay que tomar la cruz y seguir. No nos podemos permitir que puedan con nosotros. El ejemplo vive dentro de las iglesias, pero debe cundir fuera de ellas. Da igual que creas o no en Él. Debes aguantar y cargar con tu cruz como lo hizo Él. Cargar con las malas costumbres y los malos hábitos. Con las malas palabras y las peores actitudes. Cargar con la cruz de tus errores, que seguramente sea tan pesada como la mía. Toma tu cruz de lamentos y sígueme. Y déjame que te siga, porque yo no soy mesías ni profeta. Solo me limito a poner una pequeña luz en el oscuro y esperanzador sendero de este viernes que ya se torna santo sábado irremediablemente. Este es un texto largo.

Inusualmente largo en este (normalmente) profano lugar. La noche lo merece. No hay prisas. La cruz se irá aligerando conforme avancemos. Créeme. A mi, que no hay dudas de mi imperfecta existencia. No hace falta ponerse místicos aunque Dios lleve casi una semana andando por Sevilla. Ese Dios (que cargan los humanos como cruces) ya cargó la suya y presentó bastante batalla. ¿Vamos nosotros a no luchar? ¿A conformarnos? No. Esta noche, toma tu cruz y sígueme.

El viajero que huye

No sé si como en el tango de Le Pera, las nieves del tiempo platearon mi sien. Pero si sé que las nieves polacas no enfriaron mi corazón. No consiguieron amedrentar a mis pensamientos. Dije antes de irme que compararía. Que te compararía. Sabemos que las comparaciones son odiosas. Sabemos que ganas tú. Y más ahora, que radiante te me presentas. He estado unos días alejado de ti y acercado a otras. Comparando, reflexionando y (sobre todo) caminando. Eso que tanto te gusta. No sé si mi veredicto es el que ya anticipaba y no tienes rival. Lo que sé es que vuelvo. Con menos dudas y con más frío. Porque eres hasta cálida. Eres Sevilla. O así te llamo de tanto que me gustas.

Me despido de ti y me voy

Me voy de viaje. A ver si te comparo con otras. A ver si me olvido un poco de tu belleza. A ver si me desenamoro de ti unos días. Me viene bien, o eso me dicen. Unos días alejado de ti y tus cosas. Esas que me envuelven y me vuelven loco. Me voy de viaje a la Europa del Este. Creo que volveré. Sobre todo, si no encuentro otra como tú, que es lo más probable. Cuando vuelva te cuento. Te digo si me quedo contigo o tienes rival. Que, aunque me encantes y no necesite a otra, me dicen que hay más como tú. Incluso mejores. No me lo creo. Bueno, ya dejo de hablar de Sevilla. ¿De Sevilla? Si, creo que hablaba de mi ciudad. ¿O no? No lo sé. Ya lo decidiré.

Muac

"El más difícil no es el primer beso sino el último." Paul Géraldy

El otro día iba paseando por la calle. Si, algunas veces paseo. Bueno, el asunto es que vi a una pareja de adolescentes besándose. Liándose en plena acera apoyados en la fachada de una sucursal de Bankia. Mostrando y demostrando la importancia que tiene la crisis bancaria para ellos y sus besos. Me alegró la tarde y me dejo una reflexión que se mantuvo durante mi paseo. Me acordé de esos que critican los besos callejeros. Esos besos que todos ven y solo dos sienten. Para mi, maravillosos. Los vea o los sienta. Sublimes y esperanzadores. Pensé que con todo el mal que existe en el mundo, no entiendo a los que se empeñan en molestar a esos besos adolescentes (o no) urbanos. Con la cantidad de malos gestos que se hacen a diario, y algunos se empeñar en poner peros al amor, a los besos y a las caricias. Si los equivocados somos yo y los besucones, este mundo está peor de lo que pensaba. No está en mis planes dejar que los amargados y envidiosos ganen esta batalla. Una batalla de besos. Y como bien dice el refranero, "en la guerra y en el amor, todo vale y se comparte".

¿Y ahora de qué escribo yo?

Si ya os he dicho de todo y no os habéis enterado de nada.

¿Qué te cuento yo que ya sepas y no recuerdes? ¿Qué te hace falta para que despiertes? ¿Otra noticia escabrosa? ¿Otra víctima de si misma? ¿En serio? ¿Todavía no te das cuenta? ¿No te da por levantar la cabeza y verlo por ti mismo? ¿Te merece la pena seguir agachado escuchando las versiones de otro? ¿Te gusta mi versión o la de otro cantamañanas?

No me lo creo. Si has llegado hasta aquí es porque me conoces o no te conoces, lo cual es bueno. Lo de conocerme no. Lo otro. Lo de buscarse. Lo de encontrarse aquí. No conmigo, contigo. Yo no estoy aquí para contar mi vida como algunos creen. Estoy para contar tu vida. Soy un escritor que da vida al lector. Que lo hace protagonista porque no queda más remedio. Mi vida no me interesa. La tuya si. Por eso te la cuento. Yo también estoy harto de tantas historias e histerias. Por eso te doy la palabra y el mando. Para que hables. Pero tranquilo, te estoy esperando sin prisas...