Insuficiente

Siempre pocos los besos que te doy y los abrazos que sufres. No son suficientes ni aún cuando pierdo la conciencia mientras deshago la cama. No me satisface lo suficiente para tocar el cielo y volver. No me vale gastar tus pómulos con mi saliva y mis labios resecos de tanto dar. Necesito más. Y más. E incluso, un poquitito más a eso del final de mis días. Me despierto pensando si te voy a ver...

I need football

Ya ayer tuve que ir a una biblioteca. Las circunstancias se me vienen encima y soy demasiado pequeño para soportar según que cargas. Así que fui al lío. A las caras amargadas que miran cuando arrastras la silla, al ssssshhhhhh al que entra cayéndosele el casco de la moto, a las miradas furtivas a esa mujer con pedazo de escote, a eso también. Que los exámenes se acercan como un tifón para mi autoestima. Pero he descubierto a Aloe...

Desamor y otras aplicaciones disponibles

Intenté conectar mi corazón al suyo por wifi y no daba señal. Había conectividad baja. Creo que no estaba en modo visible y fue un horror encontrar la contraseña para desbloquear la seguridad de su red de amigos y conocidos. Así que me fui, volví a casa con el pen entre las piernas.

Mil creativos

Mi padre trae sin querer de nuevo a Monzó a este lugar sin lagares pero con lagartos por las paredes. Lo trae y lo deja en la mesilla junto a los suyos: Punset, Fuster, Santo Tomás, Benedicto XVI y otros de referencia para el hombre que me dio la vida hace más de dos décadas y que pronto se dará la vida a él mismo en lo que parece ser una espiral de hobbys y tardes de jardinería. También vuelve Abadía, ese economista canoso y amante de los canes como sus portadas dejan entrever. Todos vuelven. El verano es para volver. Casi más que esa Navidad mayúsculada y ornamentada que nos venden año si y año también desde los púlpitos comerciales sin pulpitos ni otros animales marinos que no sean crustáceos que a mi nunca me gustaron. En verano volvieron los que cruzaron el charco con mi misma sangre y solo se dejaron horas muertas entre ir y venir. Algo más se dejó la chica del pueblo de al lado al llegar al mostrador de la compañía de low-cost, pero de high-exigency. Son cosas que vuelven. Olvidos que nunca se fueron y recuerdos que nunca llegaron. En verano tenemos demasiado tiempo. Siempre lo dije y todos me oyeron, pero nadie me escuchó. La foto no es mía.

Ay mi Silvio

Hoy es 8 de agosto. 66 años atrás nació en un pueblo de Sevilla un tal Silvio Fernández Melgarejo. Es decir, mi ídolo. Silvio el eterno, el grande, el rockero, el sevillano, el de Los Remedios, el de la guaracha, el amigo de Don Curro, el líder de Luzbel y de Barra Libre y de Sacramento y de Los Diplomáticos, el que sale en la cabecera de este blog, ÉL. Hoy debería cumplir 66 años con su gin tonic en una mano y su cigarro eterno en la otra. Debería hacerlo bajo su rótulo. Ese que marca la calle ROCKERO SILVIO donde él se inmortaliza. Pero para mi no es un día triste. No tengo su recuerdo, pero tengo su leyenda. Sus andanzas por mi barrio y sus canciones. Hoy es el cumple de Silvio. Por eso miro al cielo.

Hoy tampoco vine

- No creo que lo de DC Comics haya sido una buena compra. Por lo menos, el resultado es menor de lo esperado al pasar por la ventanilla que deja caer lo rateros que son en la Warner.
- Más allá de tu vida va más allá de lo visto y su falta de teatralidad lo hace creíble. Que Poli se venda a eso alimenta la credibilidad del llorón programa. Los mediums vuelven. El turquesa en los pareos, también.
- Mañana toca dentista. Ni me acuerdo si me dolía o no. Esto denota como debo tener la boca. Las batas blancas que no se manchan nunca me gustaron. Escupiré, que para eso pago.
- Me pregunto siempre si los cuadros de un museo se miran entre ellos. Si observan que los miran. Si ven que los observan o viceversa. En un museo se ve poco y se mira mucho. Nadie entiende de arte. Solo tienen datos.
- Hoy solo son notas. Palabras que tú lees y tú te tomas como te las tomas. Luego vendrán más. Antes hubo muchas. No tienen sentido a menos que TÚ quieras. Solo viven cerca de tus recuerdos y dentro de tus deseos. Todo esto no tiene sentido a menos que tu quieras.