Abgena (II)

Escribo este post desde mi nueva residencia. La residencia de verano. Gines o Abgena. Aquí me hallo de nuevo huyendo del calor y por petición familiar. Mi vida cambia un poco. Paso del enclaustramiento urbano a la libertad que te da el campo. Nuevas actividades se presentan ante mí. Retomaré de nuevo la armónica y el diávolo. Incluso osaré desempolvar la bici y darme una vueltecilla por el pueblo de mis amores a ver si algo ha cambiado. Seguro que no, pero habrá que verlo con estos cristales que me ha dado Dios. Que eso. Que vuelvo a Gines por verano, aunque después esté de un lado para otro. La próxima parada será Rota (de nuevo). Estoy un poco cansado de hablar de mí, así que hablaré de la última película que ví. El libro de Eli.
El libro de Eli es una de esas películas comerciales con Denzel Washington y varias fulanas desconocidas. Tiene sangre, malos malísimos, dilemas morales y al final gana los de siempre. A parte de todo eso tiene un mensaje. Un trasfondo. Trasfondo religioso. Magnífico. Fe. Ese es el resumen. Ten fe en mí. Ved la película. Hacedme caso.
Bueno y ya está creo. Hoy pusieron Ray en la tele, así que una cancioncilla del verdadero Ray Charles no vendría mal para finalizar esta entrada. Ahí va: