La maleta por llenar

Viajar es imprescindible y la sed de viaje, un síntoma neto de inteligencia.

Enrique Jardiel Poncela


Hace un rato, mientras sudaba en solitario en el baño turco del club social, pensaba en que iba a meter en la maleta que me llevo a Oporto. Supongo que mucha ilusión y tu foto. Lo demás es prescindible, pero la esperanza y el recuerdo de tus ojos viajan adonde quiera que vayan mis gafas (cada vez más grandes). Algo de abrigo, la bufanda de la suerte y rezar porque la maleta dé la talla en el embarque low cost. Me voy un rato. Pero tranquilos, volveré. Sería una irresponsabilidad dejaros en manos de Monteserrín.