Extravagantemente personaje

Así me definió un individuo en plena barrilada ferial ayer. Dijo que era de lo que no hay, lo cual viendo lo que hay, me lo tomo como un gran cumplido. Me alegro de no formar parte de esas tribus urbanas que pululan por la sociedad buscando a la tribu rival para mirarla mal o actuar como mandan lo cánones... tribales.
Como yo acato todo tipo de comentarios sobre mi persona con agrado, he decidido ir un poco más allá y comprarme unas gafas para hacer deporte. ¿Porque no usas lentillas?, pensarán. Pues porque no me gustan. Las lentillas tienen algo que no me terminan de convencer. Meterme un plastiquito entre el ojo y el párpado me produce un escalofrío con solo pensarlo. El modelo de gafas que he elegido ha sido el Rec-specs Maxx 21 en color negro y con antireflejante. Frikada brutal de las que a mi me encantan. Hoy he ido recogerlas a la magnífica óptica situada en plena Magdalena sevillana. En cuanto me las he puesto he sentido el espíritu bifaro deportivo. Ese que albergan personajes como Edgar Davids o mi ídolo baloncestístico, Kareem Abdul-Jabbar. Quizás esa ha sido una de las razones que me ha empujado a comprarlas. Honrar la memoria del mejor gancho de la historia. Pero también ha influido mi bajo rendimiento en club social cuando realizaba deporte, puesto que no veía un carajo sin mis (ya) míticas gafas de carey. Estoy bastante contento con la compra. Ahora solo queda demostrar que quién ganó varios trofeos de tenis de mesa en sus años mozos no ha perdido el saque. Y que el guardameta del drink team del colegio tampoco ha olvidado sus reflejos. Habrá que demostrarlo en la mesa y en el campo.