Compromiso

Esa palabra me viene la cabeza a través de rebuscadas conexiones de las que me percato. Hoy, dos personas de mi entorno han hablado de ella de refilón. Una de ellas es mi profesora de Literatura Hispánica, la cual todavía no se si consume su palabra favorita ESTUPEFACIENTE. Yo creo que si. Porque esa vitalidad y esa energía no puede proceder únicamente de su amor al realismo o al experimentalismo poético. Falta compromiso por parte de los literatos actuales.
Bueno, a lo que iba. La profesora Bellido ha dicho hoy en clase que la Generación del 27 tenía más compromiso que la actual, la cual no denominaré con ningún calificativo por respeto a dos o tres poetas a los que aprecio. Ha dicho que ahora se mueven por el dinero y que antes se movían por las ideas. Además ha metido el manido discurso del culto actual al dinero y la importancia del mercado actual en cuanto a literatura y demás artes. Todo eso está muy bien. Que si monopolios, que si críticos partidistas, que si recomendaciones literarias predeterminadas, que si etcétera.
Por otra parte, un compañero de esa misma clase ha escrito en su blog sobre la democracia y el pasotismo social hacia nuestros dirigentes y las tropelías que ellos cometen contra nuestras ciudades, derechos y demás elementos arrojadizos. Él ha recordado el modelo actual democrático que se vive en España, lo cual nunca está demás para que no se nos olvide que todo esto es una gran mentira y que el sudor de las frentes del pueblo está pagando coches oficiales a los más listos de su clase, ya que están colocados por nosotros y con el único cometido de reírse de nosotros desde sus sillones electorales. Pero recuerden que la culpa no es suya por ser unos vagos, pues la culpa reside en nuestro voto analfabeto legislatura tras legislatura. Pero bueno, eso es harina de otro costal. Yo vengo a referirme a las promesas electorales. Es decir, lo que dicen en las campañas y después no se cumple. Es grandioso tirar de archivo y observar como las promesas electorales no se cumplen y nadie dice nada. Sabemos que nos engañan pero nos da igual. Falta compromiso por parte de la sociedad.
Una vez explicada la frikada dedicada al compromiso, diré que me incluyo dentro de esa sociedad pasiva que ve como tiene que desviarse varias calles por obras absurdas. Pero es que es tan fácil seguir pasivo que seguramente todo este arrebato de compromiso escrito se quede en lo que es. Un texto diciendo lo de siempre y que será leído, confirmado y refrendado. Lo podrán leer dentro de varios años y seguirá todo igual... o no. Esperemos que no.