Mongólogo

Los hay de muchos tipos. Sobre los amigos, sobre la novia, sobre una serie de televisión, sobre las pajas, sobre un juego de mesa y hasta sobre ellos mismos. Todos los hemos visto alguna vez. Ya sea en el ex-tinto Club de la Comedia o en el siempre refrescante programa Nuevos Cómicos de la Paramount. Han sido cantera de muchos humoristas que hoy copan los platós de la televisión: Ángel Martín, Dani Mateo, Flipy, etecé. En definitiva, son un gran invento. Un tío se pone a hablar sobre cualquier cosa en un escenario con un foco dándole y una panda de puretones le ríen las gracias durante 30 minutos aproximadamente. Por si no lo has adivinado, hablo de los MONÓLOGOS.
Pues bien. Dado mi éxito humorístico y que todo el mundo dice que soy muy gracioso, me han propuesto hacer uno. Probar en el mundo de la comedia. El amigo que me lo propuso lo hizo delante de tres o cuatros especímenes humanos más, los cuales secundaron su idea y me instaron a redactar un monólogo utilizando todas mis dotes humorísticas. Debo decir que la idea de enfrentarme a un público no me hace gracia, pero el escuchar la risa de desconocidos me agrada bastante. La verdad es que he visto ilusión en las caras de mis amigos cuando me lo han propuesto, lo cual me reconforta porque conociéndolos estoy seguro que se pondrían en primera fila a partirse la caja aunque sea una puta mierda el espectáculo. Además si Paquirrín si lo ha hecho...