Selectividad

El diccionario de la RAE define este término como: Propiedad de los aparatos de radio para aislar una banda de frecuencia. Pues bien. Yo les daré una mejor todavía. Proceso absurdo que tiene como objetivo seleccionar que delicuentes en potencia pueden acceder al paraíso de la libertad llamado Universidad. ¿Qué no?. Deme usted una mejor si puede.

La presión a la que someten a inocentes chavales/as en estos días llega a límites insospechados: ataques de ansiedad, lloros, gritos, crujir de dientes y un largo etcétera de actividades que llevan a cabo estos sufridos angelitos. Ayer, mientras mi sabio padre y yo veíamos el informativo de la cadena humorística (su dueño es un payaso, no bromeo) de laSexta, me comentaba que la reválida tendría que volver para meter en cintura a los jóvenes de hoy en día. ¿Y la mili no? respondí yo desde mi secundario lugar en la mesa. Él calló y me mandó a callar a mi. Yo sonreí. De repente, apareció el típico reportaje sobre la selectividad de esta época: planos en bibliotecas, miles de jóvenes se la juegan, tres días intensos y demás calificativos que el lector de esto se puede imaginar. Entonces recordé una original teoría sobre como mejorar el proceso de selección: una charla entre corrector y alumno en una cafetería. El criterio a seguir para decidir la validez del joven o jóvena (gracias a Aído) no sé cual sería, pero la incertidumbre del alumno sobre si pagar al atípico desayuno o no, ya valdría la pena para que se destinaran a esta disparatada idea cientos de millones de euros de nuestro impuestos. Además resolveríamos la crisis de la industria cafetera en un santiamén.

En resumen, la Selectividad es una autentica mierda. Y esto no se lo dice alguien perjudicado por este proceso, sino alguien que ha salido favorecido del (falso) proceso de corrección de esta práctica, dado que injustamente tengo magnificas notas en asignaturas en las que no tenía ni idea. Un 10 en Lengua, un 8´7 en Economía, un 7´5 en Filosofía, etc... Es decir, más injusto que el poner a Homer Simpson de responsable de una central nucelar (nu-ce-lar).