Pelea

Ayer leí un interesante reportaje sobre la inmigración en nuestro país. Yo no soy amigo de las causas sociales y de la empatía con el débil, pero soy hermano de fuego de la incongruencia y los localismos baratos. Por ello, ahí va mi lacerante crítica. Que la coja quien quiera (o quien pueda). Luchamos constantemente por todo. Desde la voraz batalla con tu hermano por el mando de la tele hasta la inútil guerra que le declaramos al injusto sistema del que somos testigos, y lo que es peor, pieza. Estas épicas gestas, la mayoría totalmente absurdas por su trasfondo, nos mueven a realizar hechos insólitos. La población sigue fijándose en la apariencia para seleccionar a su próxima presa. Por ello, da igual si llevas unos pantalones anchos o una bomber. Siempre tienes gente en el bando contrario. Esto es necesario desde un punto de vista de heterogeneidad social, pero estamos llegando a unos puntos donde es posible observar una lucha física entre sudamericanos (más conocidos como sudacas) que han emigrado a este país. Hablo de la lucha fratricida y fraterna que mantienen dos bandas (callejeras) por el control de Alcorcón. No es ninguna broma amigo. Todos son de origen puertorriqueño o por lo menos esas son las raices de las bandas de las que son parte. Los Latin King y los Ñetas son los bandos protagonistas de esta guerra, la cual no hay por donde cogerla. Fíjese de lo que estamos hablando: dos grupos de chavales sudamericanos que emigran a España por razones diversas (droga, vienen con sus padres, vienen a trabajar, quieren exportar el reggaeton, etc...). Podrían ayudarse entre ellos en vez utilizar la industrial ciudad madrileña como campo de batalla (y de pintadas). Amenazas, palizas, extorsión y un sinfín de métodos de sobra conocidos son utilizados por estas bandas para amedrentar al contrario, el cual responde el ataque con más virulencia y la espiral de odio (absurdo) se acrecienta por días hasta que se cobra alguna víctima y el Gobierno español se digna a actuar. Detiene a tres o cuatro y tema solucionado hasta la siguiente muerte. Esta práctica policial, habitual en este tipo de casos, no sólo no soluciona nada sino que ha provocado una mayor venida de inmigrantes con el objetivo de ajustar cuentas en nombre de sus "hermanos". No entraré a juzgar la apariencia de estas bandas ni sus rituales de iniciación ni la música que escuchan. No porque no me interesen, sino porque eso ya lo he hecho en una entrada de mi blog rapero. Y en medio de esta pírrica guerra por el poder en las calles nos encontramos con los fascistas, los cuales conviven afortunada o desafortunadamente por aquellos lares. "Ya estamos todos" que diría el otro. Dos bandas de inmigrantes peleándose y xenófobos pasando. Siéntese y observe el espectáculo. O denuncie. En tus manos está. Para finalizar os dejo con una cita (célebre) sobre un tema demasiado manido y que no conseguimos erradicar a pesar de tener un lider mundial manchado con leche. Ahí lo llevas:

El racismo es la respuesta del hombre ante lo desconocido, lo odiado o lo envidiado.