
Por dos razones. La primera. No me parece de recibo dar esa cuantiosa cantidad a tres organizaciones que, sumándolas, dan 150 miembros. La crisis está haciendo estragos y ese dinero le vendría muy bien a la clase trabajadora de nuestra ciudad, ya sean repartidos en forma de litronas de Cruzcampo entre los numerosos obreros que trabajan de sol a sol en nuestras calles o en forma de subvenciones para la creación de puestos de trabajo. Tampoco creo que con esos 100.00€ paliaran el problema del paro, pero de lo que es seguro es de que ganarían muchos enteros en la imagen que tiene el sevillano de sus dirigentes. No son inteligentes ni para contentar a sus (cada vez) menos votantes.
Ahora viene la segunda razón. El homosexual disminuye el respeto que se había grajeado de la sociedad con este tipo de actos. No hace falta que griten a los cuatro vientos los orgullosos que están de su condición. No les hace falta. Con estas prácticas se desmarcan de la sociedad de una forma peligrosa para sus intereses a largo plazo, ya que este tipo de eventos crean crispación en la anticuada sociedad sevillana por muchos aspectos. Es innecesario ese alarde de pluma. Como ya dije antes, es una orientación más. Y como tal, debería ser llevada con normalidad por sus integrantes. Pongámonos en el retrógrado extremo de extrapolar esta cabalgata al heterosexualismo. Me lo estoy imaginando. "Día del Orgullo Macho". Una gran carroza de Torrente presidiendo la comitiva. Harían un recorrido parecido hasta llegar al lugar de los conciertos, donde con pasodobles estarían toda la noche demostrando su hombría. Sería curioso cuanto menos ¿no?.
Mi opinión sobre este tema se resume perfectamente en el pasodoble carnavalero de El Espíritu de Cai, primer premio en 2005. Su autor, Constatino Tovar.