Pierdes inocencia, ganas placer. Ganas placer y te pierdes. Pierdes dinero, ganas vida. Pierdes vida, ganas dinero. Pierdes las ganas, ganas dudas. Pierdes las dudas, te encuentras. Te encuentras solo, la encuentras. La encuentras, la pierdes. La pierdes, no vuelve. Vuelves a encontrar, vuelves a perder. Un día va y ganas, otro día va y lo pierdes. Otro día no vuelves y si esperas. Otras noches vuelves y no te esperan. Todo lo que pierdes, lo encuentras. Todo lo que parecía encontrado, desaparece. Solo contradicciones. Lo postraumático está moda. No tengo la menor duda. Y decían que la Coca-Cola era una moda...
Sonreía entre lágrimas
Melena castaña y treintañera. Entré serio y pasé a su lado asombrado. Me sonrió levemente. Estaba en una esquina sentada haciendo su trabajo. Y haciéndolo bien. Pasaba desapercibida para casi todos. No era la protagonista. Yo tampoco. Estuve allí casi media hora. Observándola observar su rutinario y desolador entorno. Salí del edificio y estaba lloviendo. Era invierno, pero aún recuerdo a la pianista del tanatorio.
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