También la lluvia

La verdad que hacía que no utilizaba el título de una película para sacarlo de contexto y hablar de ti. También la lluvia me habla de ti. De tus tardes junto al ordenador y de las tazas en el lavavajillas tras otra merienda. De las ventanas aguafiestas que enseñan la cruda realidad de este santo día para los campesinos. Hoy las regaderas engordaron las listas del paro y muchos también cogieron kilos de más con tartas, turrones de la Navidad e incluso con torrijas cuaresmales. Fue tarde de echar de menos el otro lado del cristal. Pero claro, es imposible que brille el sol si la luz está de viaje. Por lo menos, alumbras este texto con ese resplandor inconfundible. Cada día lo digo en la radio y ahora lo digo aquí, sin ti no soy nada. Espero que sin mi, tú también seas poca cosa. Nos hacemos falta. Créeme.