Prisa, dolor y veda

"Simple por fuera, complicado por dentro. Complejo por fuera, simple por dentro". Catanoga

Os acerco una cita certera del aprendiz de brujo literario del que más he aprehendido sin él proponérselo. Palabras esas aplicables a tantos avatares vitales que no cabrían en toda la maldita y tediosa blogosfera universal, así que versaré sobre su autor. Él, tímido en las distancias cortas como los grandes genios, aparece en este rincón sin azulejo. Bueno, más bien lo traigo a rastras desde su mundo de odas artísticas y locuciones mundanas. Hacerle un presente escrito a él es hacerle el amor a las bellas y exactas palabras. Por eso las musas, biógrafas de este sujeto, vienen a mi como él acude a los bailes prohibidos en los pubs de moda. Con su humor lacerante y un eterno rizo por cada pensamiento brillante y necesario. Sé de mala tinta y de buen papel que los más veloces con el cerebro también sufren. También reciben la injusticia de lo divino y de lo inhumana que es esta vida. No me queda otra que lanzar el guante, atizar en su oculto rostro y retarlo a compartir mesa y gatos de nuevo. Servido el menú de la casa. Prometo presentar buena compañía.