Barro Rosa

A dejar volar. Los pareos translúcidos y los marcapáginas marcados con tus huellas. Marea y ahora la contrabanda. Corriendo, oye, corriendo. Aparta hoteles que llego uniéndome. Contándome los pasados sin pasar y reminisciéndome eternamente. El ombligo al descubierto y los asuntos internos se internan en las cavidades rocosas. Las calas calando las encaladas casas de pescadores en paro obligatorio. Yo y la tabla sin la tabla y sin el yo que cuidaba esa tabla Boomerang como si fuera suya siendo mía. Se la robaron o se perdió. No se acuerdan las olas, no las recuerdan vagando. Cádiz me vuelve entre besos sin vasos en el ocaso si nos hacemos caso. Me marcho. Desaturado, entrecortado.