Hoy me han vuelto a decir que estoy loco. Hacía ya tiempo que nadie me lo decía a las claras. Ha sido cuando entraba en un bar para ver la derrota de nuestro combinado nacional futbolístico. No se si habrá sido por mi camisa de cuadros a lo Collin Farrell en Corrupción en Miami, por mi pelo encrespado y tremendamente despeinado o por mis gafas de carey a lo Johnny Depp en la alfombra de la Mostra de Venezia.
Esto me ha dado que pensar mientras veía el lamentable espectáculo dado por nuestra selección de niñatos engominados y multimillonarios. Yo siempre me he considerado a contracorriente de la sociedad que me rodeaba. Nunca me gustó ser un "pro" en nada. Quizás por eso mis éxitos amorosos se reduzcan a extrañas noches en bares de la mala muerte. Yo siempre me he dicho a mi mismo que yo estaba quadrophénico. Este término proviene de una de las películas que más me ha marcado en mi vida, Quadrophenia. Aquella escena en la playa de Brighton donde los mods gritaban: Somos los Mods una y otra vez me fascinó.
Quadrophénico: Cuadro médico de esquizofrenia como un trastorno de múltiple personalidad que refleja las cuatro distintas personalidades que tiene Jimmy, protagonista del film.
Volviendo al tema de las personalidades, en cierto modo siempre me he caracterizado por ir un poco más allá de lo que marcaban modas y tendencias. Y eso resaltaba mucho en una sociedad tan homogénea. Donde ir escuchando a El Canto del Loco con una sudadera con capucha comprada en Tarifa era religión en mi barrio. Yo no. Y que quieren que les diga. Me siento especial por ello y sonrío cuando me recuerdo con mi camiseta falsa de Eric Cantona y mis pantalones de marinero entre tanto surferío de grifo. Esto es un homenaje a las personas que se creen diferentes, pero sobre todo, a las que lo son. Ha sonado un poco maricón pero es así.