Oh, Fabuloso


Delantero centro brasileño de (ahora) poco pelo que no corre, ni presiona, ni lucha, ni hace nada reseñable. Pero es la punta de lanza de la selección brasileña. Con eso le basta para acertar 5 veces en 5 partidos diferentes con la portería contraria en esta recién terminada Copa Confederaciones. Este post no viene a criticar al (a ratos) goleador carioca. Yo nunca criticaría a ningún jugador de mi equipo del alma. Mi narcisismo me lo prohibe, pero si me permito lanzar una reflexión sobre este chico. Si tu lo observas, ya sea por televisión o en vivo, siempre lo ves parado (casi siempre quejándose al arbitro). Ahora bien. Si lo dejas de mirar un momento y te fijas en otro elemento del estadio: otro jugador, el linier, las rayas del césped, etc... se la pasan y hace algo. Algo que levanta al aficionado de su asiento y le hace conmocionarse con lo que aquel enjuto jovencito hace con (cada vez menos) cuero en sus pies. Increible. Seguramente lo comprara Berlusconi para su Milán. Que le vaya bonito. Si no fuera asi, le seguiré gritando que corra para después corear su nombre cuando acierte con el marco contrario. Así es el fútbol. Así soy yo. Buenas noches.
Ah, se me olvidaba. Les dejo otro vídeo. Esta vez con los mejores goles de este sudamericano faveloso.