Viajes que volvería a hacer contigo (parte 68)

Sí, soy yo.
Volvería a Göteborg igual que volvería a enamorarme. A esas gafas superlativas no. Pero era feliz con ellas. Muy feliz. Y tenía frío. Mucho frío. Ese donut me lo comí junto al tranvía la mañana que me compré una camiseta de hockey. De un equipo de allí que no conoces. Luego vi un alce y dos nutrias en el parque. Y casi de noche estuve en una sauna en pelotas hablando del museo que estaba en la Götaplatsen. Un lugar amplio donde una educada protesta contra no sé qué pedía mi firma. Era marzo de 2011 y estaba en Suecia. Por las noches dormía con dos mulatos y al levantarme comíamos pollo frito. Era feliz. O eso creo.