Estriptis


Habitación oscura. Solo la luz roja del interruptor del portátil para que puedas adivinar mi silueta. Frente a la cama me desnudo para ti. Solo para ti que me lees. Me quito los prejuicios y el que dirán para que me veas como mis palabras te trajeron a mi mundo. Los cordones de los zapatos van soltándose mientras te repito lo bello que me veo reflejado en tus acentos. Calcetines fuera. El suelo frío, como tú cuando te conocí. Se me enquista la hebilla del cinturón por eso te dejo que sigas tu quitándome correas y cuerdas que me limitan. Las rodillas se mueven al compás ya sin vaqueros que las escondan del mundo. Los cuadros de mi camisa se abren como un telón dejando al descubierto mi corazón. Nervioso e impaciente cuando pasas la mano por encima. Cae la camisa sobre los zapatos y me tienes casi al descubierto. Indefenso y jadeando mientras el equipo de música toca los últimos acordes de nuestra canción. Nos acercamos. Acaricio tu bufanda mientras te colocas mis gafas cómicamente. La música finaliza y vuelvo. Recojo la ropa y corro por el pasillo. Quizás las apariencias engañen y mi timidez sea cierta.