¡Me la han publicado!

Eso gritó mi corazón cuando 5 minutos antes de entrar en el examen de Literatura Hispánica Actual me llamó mi tía diciéndome que el ABC había publicado mi carta. Una de esas cartas al director que vienen tras los grandes columnistas. Me recreaba en mi interior imaginándome esa página de con mi nombre. Aunque fuera en chico en una esquina. Mi nombre y el de Carrascal en la misma página por un día y haciendo la misma labor. Opinar. Así que con la sonrisa en la boca y con el móvil vibrando por las felicitaciones de los familiares y amigos, he pasado esta tarde-noche. Como si de un Pullitzer se tratara, aparecía en mi casa y mi madre me plantaba la página 16 del ABC de hoy mientras repetía lo orgullosa que estaba de mí. La misma persona que me regañaba ayer por la noche por el poco estudio que estoy haciendo de los exámenes, estaba hoy exultante. Presumía de lo bien que escribía su hijo pequeño. Mira si escribe si bien que hasta el ABC le publica cosas. Para que luego digan que la prensa no tiene poder. Del día a la mañana uno justifica el año y medio de facultad en dos columnas de un día cualquiera y dorando la píldora a un empleado del grupo editorial donde aparece la carta. Aunque dentro de un recuadro. El que haya TIE con Bobo sabrá la importancia de introducir una información u opinión dentro de un recuadro. Para morirse del gusto, vamos. Bueno, y ustedes dirán: ¿De qué coño va la carta?
Pues va sobre un presentador de una televisión local que hace un programa sobre Sevilla (por si no se ve bien la foto). Un programa que intento no perderme a pesar de que la RFEF ponga los partidos de Copa los miércoles (día del programa). Ese programa le da una caña increíble al gobierno de esta mariana ciudad, lo cual como ustedes bien saben, me encanta. Ellos me explican porqué tenemos al peor alcalde valorado de este país. Porqué hasta lo de su partido lo quieren quitar de la circulación política. Un señor que... Bueno dejemos el tema político que esta entrada solo viene a echarme flores. A gritar a los cuatro vientos que soy muy listo y que escribo muy bien. Ea, lo que le faltaba al chaval para creerse un gurú de la comunicación más aún...