Sigo vivo

No me he muerto. Que este blog esté más parado aún que el de Gonzalo es algo no planificado por mi. Se me ha estropeado la fuente de alimentación del modem de mi keli y no puedo conectarme a la Internet. Escribo desde un portatil prestado por un bibliotecario facultativo. Y me da coraje no poder comunicarme con mi extenso club de seguidores. Porque tengo cosas que contar, lo cual no suele ser habitual. Espero poder restablecer la conexión pronto y contarles mi cabalgata, como fui al palco de mi Sevilla y etcétera.
Bueno pues lo dicho. Que a pesar del caramelazo que me dio un chaval de la carroza de Narnia, sigo vivo. Por cierto, me he quedado con la cara del chaval. Ya te cogeré...