Marisco obrero

Antes de darle caña a los mandatarios de esta ciudad, quiero destacar que lo siguiente:
¿Esta guapo el dibujo eh? Pues he puesto papa noel borracho en el Google imágenes y me ha salido. Así que, me lo he currado muy poco. Casi tan poco como las típicas felicitaciones en forma de sms que se manda por móvil y que hay cuatro o cinco que todo el mundo se pasa. Originalidad 0. Bueno pues aquí voy, señores obreros:
Todos no somos iguales. Eso usted lo saben bien. Hay gente que coge dinero en nuestro nombre para comerse gambas de balde mientras algunos torean la crisis. Eso debe ser duro. No creo que le haga gracia a los votantes socialistas o unionistas zurdos que el dinero de la ciudad se vaya en kilos de marisco para unos pocos. No lo veo justo. Me apena mucho ver a la clase obrera pasiva ante el robo alcaldil (y teniente alcaldil). Pero es lo que hay. Tenemos lo que nos merecemos. Esta puede ser la última navidad que se tomen cigalas con el dinero de mi padre y de mis hermanos. De tu padre y de tus hermanos. Del obrero que destroza la calzada de mi calle por las mañanas o del abogado fascista que se sienta por las mañanas frente a mi balcón a leer el periódico. De nosotros depende que el hombre que yo insultaba durante un desfile musical sea expulsado del sillón. Un sillón lleno de cáscaras de gambas pagadas por otros.
Sigamos mirando hacia otro lado y desémonos grandes sustantivos como salud o felicidad ante las dos semanas que se nos vienen. Por favor, gritemos fuerte con mucha intensidad:
FELIZ NAVIDAD