Vivo en un Arrabal

Por motivos únicamente culturales resido en un barrio paupérrimo, ya que no está ni en Sevilla ni en Triana. No pertenece nada más que a los que deambulan por sus (ahora) grandes aceras y comentan como el Ayuntamiento les da de lado por votar a la oposición. También se celebra una feria abrileña, pero eso forma parte de la utopía constante que me rodea. Yo resido aquí porque así lo decidió el destino. Me colocó junto a Silvio y me obligó a seguirlo por donde suene su italiano nombre, pero ese no es el asunto de hoy. Hoy he vuelto muy cultural de mi paseo por el centro de la ciudad.
Se me ha venido a la cabeza nada más sentarme en mi silla roja de teclear el nombre del mejor español que no nació en la Península. Nació en Melilla. Quizás en ese aspecto resida parte de su magia. Mitad hispano y mitad africano. Inigualable. Yo lo descubrí hace mucho tiempo a través de un obra teatral suya que me dejó un buen amigo. El triciclo se llamaba. A raíz de esa lectura me introduje en su vida y obra y me topé con un genio. Cabe destacar que se hizo famoso por su intervención hace más de 20 años en un programa nocturno del gran Sanchez-Dragó, donde hablaba de El Milenarismo completamente borracho de vino. Yo me quedo con algo más actual y fresco. Una entrevista de las que a mi me gustan. Quintero a un lado y el genio al otro. Simplemente Fernando Arrabal...